Kuna Yala
Ukupseni (Playón Chico), Pintoresco Pueblo en Kuna Yala
A Ukupseni se viaja por avioneta desde Albrook
Desde que sube el avión ya se pueden apreciar vistas muy interesantes
Luego de unos 20 minutos se comienzan a apreciar las primeras islas y la costa de Kuna Yala
La pista de aterrizaje está en tierra firme, para llegar a la isla hay que pasar este puente. Aquí vemos a algunos niños pescando desde el puente
Plaza principal del pueblo
Tarima de eventos, escuela, iglesia católica y edificio del gobierno local de Ukupseni. La bandera que aparece en la tarima es un símbolo tradicional kuna desde hace siglos
Niñas vestidas con la indumentaria kuna tradicional, junto a las piraguas y casas típicas de la comarca
Una de las islas cercanas a Ukupseni, Este paisaje es típico de la costa de Kuna Yala. Entre los árboles se ven algunas casas.
Además de conocer las islas, se puede hacer un recorrido por el área boscosa de tierra firme. Muy cerca hay un río del cual se toma el agua para el consumo del pueblo.
De vuelta en Ukupseni, aquí apreciamos la avenida central del pueblo. Al fondo se ve un rancho que se utiliza para eventos culturales.
Una buena parte de los habitantes del pueblo se dedica a la confección de artesanías. Las damas con sus molas y los caballeros con artesanías de fibras vegetales, madera, etc.
Aquí vemos a Don Ramiro y una de sus asistentes en el Restaurante La Familia, donde comimos durante nuestra estadía
Vista de las casas tradicionales de los Tule o Kunas
Ukupseni es el nombre kuna del pueblo mejor conocido como Playón Chico. El pueblo está ubicado en una isla bastante cercana a la costa. Tanto así que a tierra firme la une un puente peatonal de unos 300 metros de largo.
A Ukupseni se llega principalmente por avioneta, pero también es posible tomar un bote desde la ciudad de Colón. Esta última opción toma buena parte de un día, ya que la isla queda aproximadamente en el centro de la costa de Kuna Yala, y además el bote va parando por muchas otras islas.
Como dato interesante, a pesar de que en la isla casi no hay espacio para más casas, nadie vive en tierra firme porque hay muchas chitras. En tierra firme, los habitantes de Ukupseni tienen sus cultivos de plátano, maíz y otros rubros, también cazan y tienen sus fuentes de agua, ya que en la isla no hay fuentes de agua dulce. También para disfrutar de las mejores playas hay que ir a otra isla cercana.
Originalmente los kunas o Tule, como realmente es el nombre de este grupo étnico, eran un pueblo de la selva, pero por diversas circunstancias históricas, en los últimos siglos se han adaptado a vivir en la costa y en las islas de Kuna Yala.
A la llegada de los españoles, los kunas vivian en las márgenes del Río Atrato en Colombia, bastante cerca de la frontera con Panamá. Como habíamos dicho anteriormente, vivian internados en la selva, lejos de la costa. Hace varios cientos de años se inició una migración hacia lo que hoy es la costa de Kuna Yala, en particular a las desembocaduras de los ríos. Según algunos de los residentes con quienes conversamos en Ukupseni, en 1882 hubo un maremoto que afectó gran parte de la costa de Kuna Yala, lo que provocó un cambio en el paisaje, haciéndolo insalubre, por lo que los kunas emigraron a las islas.
A inicios del siglo XX, con la llegada de la policía panameña a la región, se consideró conveniente promover, e incluso forzar, a los kunas a vivir en las islas, lo que acentuó el caracter isleño que hoy tienen estas comunidades. Sin embargo todavía una buena parte de la población vive en tierra firme, existiendo comunidades kunas en las provincias de Darién y Panamá, además de en la porción continental de Kuna Yala. Incluso en el noroeste de Colombia existen dos pueblos kunas.
Algo interesante que aprendimos, es que las tradicionales molas kunas, datan de la época posterior a la llegada de los españoles. Antes de ese tiempo, las mujeres kuna no vestían de la forma en que estamos acostumbrados a verlas. Esto es fácil de entender porque, como ya dijimos, con anterioridad al descubrimiento de América por los españoles, los kunas vivían en un ambiente selvático lo cual no se presta para la indumentaria actual que utilizan. Además, no existían los tejidos con los materiales con los que se confeccionan las molas en la actualidad.
A Ukupseni llegan muchos botes de comerciantes, generalmente colombianos de Cartagena. En el puerto son recibidos por un cañón español, posiblemente proveniente de algún fuerte o naufragio cercano.
Los niños todavía se entretienen con juegos infantiles tradicionales de su cultura, aquí vemos a unas niñas jugando a bailar las danzas kunas
También las playas de islas cercanas son objeto de diversión por parte de grandes y chicos, locales y visitantes
Paisaje típico de Kuna Yala
En una isla cercana a Ukupseni hay un acogedor hotel. Aquí vemos a parte del staff junto con dos visitantes.
Yates particulares también visitan las islas de Kuna Yala.
Vista de un pequeño centollo. Estos cangrejos son bastante comunes en los alrededores
Aquí vemos a las damas que laboran en el Restaurante La Familia, en Ukupseni, fuimos muy bien atendidos por todos en dicho restaurante.
Comida típica kuna: pescado y tulemase, una sopa hecha con agua de pipa y diversos tipos de plátanos y guineos. ¡Estaba muy sabrosa!
Danzas tradicionales kunas. Las personas que no las conocen en detalle suelen pensar que siempre es la misma danza, pero hay ciertas diferencias entre unas y otras.
Otras de las danzas kunas. Tuvimos mucha suerte ya que durante nuestra estancia era común ver varios grupos practicando de forma simultánea para un concurso
Los niños, desde pequeños van dominando sus instrumentos musicales tradicionales
Para nosotros, cuando escuchamos que alguien es kuna, casi automáticamente pensamos en las islas de Kuna Yala. Sin embargo, los kunas no siempre han vivido allí. Como dijimos anteriormente, ellos en tiempos del descubrimiento de América por los españoles vivían en lo que hoy es Colombia, en las selvas que rodean al Río Atrato.
Más o menos para el tiempo de la llegada de Colón, los kunas fueron desplazados de sus tierras ancestrales por la presión de sus enemigos tradicionales los Emberá-Wounán, también conocidos como Chocoes. Ambos grupos siempre han sido rivales y durante esa época los emberá-wounan eran al parecer, más poderosos y fueron expulsando a los kunas hacia lo que hoy es Darién.
Una vez en el Darién los kunas entraron en mayor contacto con los españoles, teniendo muchos roces con ellos. Los kunas se convirtieron en aliados de los piratas ingleses y en varias ocasiones atacaron la población de El Real en Darién y hasta Chepo, esto fue en los siglos XVII y XVIII. Los españoles respondieron aliándose con los tradicionales enemigos de los kunas, los emberá-wounán. Esta alianza provocó que la balanza de poder nuevamente resultara desfavorable para los kunas, siendo expulsados de casi todo el Darién excepto por las cabeceras de los ríos, tales como el Chucunaque. Para este tiempo fue que los kunas fueron quedando restringidos a los territorios que ocupan hoy.
Durante nuestro viaje a Ukupseni, pudimos conversar con un residente del pueblo que nos contó algo muy interesante que sucedió hace unos 5 años. Un poblador de Ukupseni sufría de ataques muy parecidos a los epilépticos y no había médico que lo curara. Este señor escuchó que durante la migración de los kunas del Río Atrato al Darién, hubo un grupo que tomo la dirección contraria. Este grupo según las anécdotas vive ahora en territorio colombiano colindante con la cuenca del Amazonas.
El señor decidió ir a buscar a sus paisanos al Amazonas y luego de un viaje con muchas peripecias logró encontrarlos. A pesar de los cientos de años y kilómetros de separación, todavía pudieron entenderse ya que el idioma lo permitió aunque con algunas dificultades. La medicina tradicional de los Tule pudo con la dolencia del señor y éste decidió quedarse a vivir entre este pueblo perdido de los Tule. Pero primero decidió regresar a Kuna Yala para notificar a sus parientes y paisanos.
Debió ser interesante como este señor se adaptó a una cultura, aunque muy similar a la suya en cuanto a idioma y tradiciones, pero muy distinta en cuanto al nivel tecnológico, aislamiento de la cultura hispánica y en cuanto a la convivencia más directa con la naturaleza.
Fuente: turismo.panamtipico.com
NGÖBE BUGLE
Visita a Kankintú, Población en la Comarca Ngöbe Buglé
Vista aledaña al puerto de Chiriquí Grande, punto de partida del bote
Comunidad de Chiriquí Grande, vista desde el mar.
Desembocadura del Río Cricamola, por aquí se entra para continuar el viaje hacia Kankintú.
Cerca de la boca del río hay algunos puestos de venta de víveres, comidas preparadas y gasolina.
En ocasiones, el río se encuentra muy seco y es necesario bajarse a empujar el bote.
Uno de los embarcaderos de Kankintú
Al llegar cerca del punto de desembarque, pudimos apreciar animales domesticos en soltura muy cerca de las márgenes del río.
Cada vez que llega un bote al pueblo, los lugareños y visitantes muestran su interés en recibir noticias o mercancías que usualmente encargan a los viajeros.
Vereda principal de Kankintú
Iglesia del lugar. La comunidad fue fundada en los años de 1950 por misioneros agustinos recoletos.
Casa cural del pueblo
La sede de la extensión universitaria se encuentra actualmente en construcción. A pesar de que el pueblo no es tan grande, por su céntrica ubicación fue escogido para ser la sede universitaria de la región.
Auditorio de la sede universitaria.
Otra de las veredas del pueblo
Luego de una interesante visita, llega la hora de partir nuevamente por el río.
Realizando una visita a los lugares turísticos menos conocidos del país, en esta ocasión visitamos el poblado de Kankintú, que es parte de la Comarca Ngöbe Buglé.
Para llegar a este pueblo la travesía no es fácil, ya que hay que utilizar tanto el transporte terrestre como el marítimo. Desde Changuinola se toma un bus de pasajeros para llegar a la comunidad de Chiriquí Grande, en donde se hace un trasbordo. En este viaje por tierra se toma aproximadamente una hora y treinta minutos. Luego en el puerto de Chiriquí Grande se toma un bote para realizar el resto del recorrido.
Luego de una hora de navegar por la Laguna de Chiriquí, se llega a la boca del Río Cricamola, corriente en la que hay que adentrarse para llegar a Kankintú unas cuatro horas después de este punto.
Unos 150 metros luego de entrar al Río Cricamola, encontramos varias casas de personas que ofrecen diversos tipos de mercancías, incluyendo venta de combustible y de alimentos, a los viajeros que van para lugares como Bisirá y Kankintú.
En la desembocadura del río encontramos también una antena de telecomunicaciones para los teléfonos públicos y celulares, en este caso solamente una red de telefonía celular es la que tiene cobertura en estos lugares.
Más adelante empezamos el recorrido por el río Cricamola, donde se observa una vegetación abundante y prácticamente virgen. En este río no observamos personas bañándose ya que se comenta que se corre el peligro de ser atacados por cocodrilos y culebras, animales que abundan en estos lugares.
Luego de dos horas de recorrido llegamos al pueblo de Bisirá, donde el río estaba casi seco y para seguir con el recorrido se necesitó de la ayuda de algunos pasajeros para remolcar el bote.
Siguiendo con el recorrido, dos horas después llegamos con éxito al pueblo de Kankintú, donde se aprecia la vegetación en medio de las edificaciones que dan vistosidad al paisaje bello que nos ofrece este lugar.
Aquí la gente es muy amigable, y como no hay hoteles aún, el hospedaje lo ofrecen los habitantes mismos y la casa cural.
También apreciamos la monumental construcción de una extensión universitaria que en ese momento esta en la segunda etapa de construcción, y aquí próximamente se ofrecerán carreras para las personas que habitan ahí, orientadas a la conservación del ambiente y aquellas relacionadas con el mundo agrónomo.
En este pueblo también hay una abundancia de animales domésticos como los cerdos y también se crían gallinas para el consumo.
La única construcción que todavía mantiene estructuras de madera, a parte de las casas de los habitantes, es la iglesia. El resto de las edificaciones son netamente de concreto.
A pesar de ser un pueblo muy distante, Kankintú progresa al ritmo de otros pueblos de fácil acceso, como Changuinola o Guabito. Kankintú es el pueblo más grande del distrito de Kankintú, que forma parte de la comarca Ngöbe Buglé. Sin embargo, no es la capital del distrito, correspondiendo dicha distinción a Bisirá.
Fuente: turismo.panamtipico.com
EMBERÁ
Aldea Emberá Errebache en Río Piedras de Colón.
Desde el puente sobre el Río Piedras, vemos a la canoa y sus tripulantes cuando se disponían a trasladarnos a Errebache.
Vista del puente, cuando nos alejábamos de la costa y nos adentrábamos en el Río Piedras.
En algunas partes del río, éste es tan poco profundo que hay que bajarse a empujar la piragua.
Vista del embarcadero principal de Errebache
Los pobladores nos recibieron con su música tradicional.
Aquí vemos algunas de las edificaciones de Errebache.
Nuestra gira coincidió con la llegada de otros visitantes.
El edificio que aparece en esta foto es utilizado para recibir a los turistas y mostrarles las danzas tradicionales.
Don Tulio Rosales, líder de la comunidad, da la bienvenida a los visitantes. Lo observa su hijo Tulio, graduado de turismo, y quien se encarga de la promoción y aspectos técnicos de la oferta turística.
Estas son algunas de las artesanías que ofrecen los emberás de Errebache a los visitantes.
Toma de una de las danzas que son ejecutadas para deleitar a los turistas.
Ese es un fogón emberá. Es muy interesante, ya que a diferencia de los fogones comunes vistos en el interior, este utiliza grandes tizones de madera, en lugar de piedras, para sostener las ollas.
Una madre con su hija, en frente de una cocina emberá. Al fondo se observan distintos tipos de carnes, verduras y utensilios de cocina.
Luego de la comida, los emberás siempre ofrecen una totuma sobre una hoja de tallo y una batea. Dentro de la totuma hay agua con pedazos de hojas de albaca. Esto sirve para lavarse las manos luego de comer y que queden sin olor a comida.
La aldea cuenta con algunas tiendas para aquellos turistas que quieran acampar.
Los habitantes de Errebache los esperan para ofrecerles su hospitalidad y enseñarles sobre su interesante cultura.
Cuando uno piensa en los emberá, por lo general piensa en el Darién o en el Río Chagres. Sin embargo, en la Costa Arriba de Colón existe una aldea de esta étnia indígena cuyo nombre es Errebache.
Errebache significa ofrecimiento u hospitalidad, y es un nombre muy adecuado al carácter de los habitantes de la aldea, ya que desde que uno llega, es tratado con mucha amabilidad por todos los miembros de la comunidad, y es invitado a participar de distintas actividades junto a ellos.
Entre las actividades que uno puede realizar en Errebache podemos mencionar distintas danzas emberás, darse un chapuzón en el río, hacer buceo, navegar en canoa o en tubo inflable. También puede admirar y comprar las diversas artesanías realizadas por sus habitantes, disfrutar de comida típica emberá, caminar por senderos cercanos y acampar durante la noche.
Para llegar a Errebache es necesario desviarse de la carretera Transístmica a la altura de Sabanitas y seguir hasta justo después de la comunidad de María Chiquita. Usted deberá ponerse de acuerdo primero con los miembros de la comunidad para que lo puedan transportar en canoas y tener todo listo para su visita. Para contactar a la aldea Errebache, nos pueden escribir a marino@panamatipico.com.
Agradecemos a Tulio Rosales, su familia y a los pobladores de Errebache por su invitación y su hospitalidad, además de las interesantes explicaciones que nos hicieron sobre la cultura emberá.
Fuente: turismo.panamatipico.com
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